Su decadencia hasta el año 1990, llegó a su fin cuando el historiador castellanoleonés Jorge Mª Ribero-Meneses reconstruyó su historia perdida, devolviéndole a la fiesta todo su sentido y significado. En 1998 la Asociación Arte en Peligro, afrontó la labor de rehabilitación de Las Marzas en las ciudades de Valladolid y León. Y fue entonces cuando Jorge Mª Ribero-Meneses se puso en contacto con la fundadora de nuestro grupo, Felisa Torres, para recuperar las marzas en Valladolid.
https://iberiacunadelahumanidad.wordpress.com/marzas/historia-y-significado/
La fundación Joaquín Díaz cuenta que, aunque la celebración de las marzas ha estado más arraigada en la actual provincia de Santander y en parte de la de Burgos esta costumbre también tuvo vigencia en Valladolid y Palencia, y como curiosidad, relata que algún momento de la historia hubo tres fechas en que se cantaban marzas y salían marzantes. https://funjdiaz.net/almanaque/ficha.php?id=228
Besana pretende que no se pierdan las tradiciones, dejar constancia de su existencia y reivindicar la presencia del folclore en la ciudad. Todos los grupos que participamos lo hacemos desinteresadamente, porque nos gusta el folclore de nuestra tierra castellano leonesa y porque queremos que los vallisoletanos disfruten con él tanto como nosotros. El folclore en las marzas ha de estar a pie de calle, para cantar y bailar todos juntos.
Queremos agradecer a todos los que habéis hecho posible que las marzas se hayan celebrado durante estos 20 años, a Jorge Mª Ribero-Meneses, a la Fundación Municipal de Cultura de Valladolid, a los Celtas Cortos y a Candeal por su apoyo, y sobre todo, a cada uno de los grupos de dulzaineros y de danzas que habéis participado a lo largo de estas dos décadas, en especial a los valientes que repetís asistencia, a la Taberna Pradera que año tras año nos hace unas sopas de ajo riquísimas para quitarnos el frío, y a las bodegas, que antes de que nos lo prohibieran, nos facilitaron unas botellas de buen vino para brindar por el año nuevo.
Marzas
Antiguo ritual de despedida del Año Viejo y salutación del Año Nuevo que desde tiempos inmemoriales se ha venido escenificando en España en las últimas jornadas del mes de Febrero, tras los Carnavales, y en las primeras del que antaño fuera el primer mes del año: Marzo.
Desde el año 1999, el grupo de Coros y Danzas Besana lleva celebrando el Canto de las Marzas cuya antigüedad se pierde en la noche de los tiempos, no faltando investigadores que la postulan como la más antigua de cuantas se han conservado en nuestro país. No en balde, lo que se canta y se rememora en esas coplas que se entonaban a la media noche, es el momento supuesto en que había nacido la vida sobre nuestro planeta. Como se suponía que la vida había nacido en la época del año en que comienzan a apuntar los primeros brotes de la primavera, de ahí nacería la costumbre de celebrar el inicio del año en los últimos días de Febrero y primeros de Marzo, reuniéndose las gentes de nuestros pueblos y ciudades en las Plazas Mayores, con el fin de cantar las viejísimas coplas marzeras frente al edificio del Ayuntamiento y contando con la preceptiva compañía de una hoguera, indispensable por otra parte en esta época del año. Nosotros la hemos tenido que sustituir por unas velas.
En la tradición originaria, la fiesta de las Marzas se celebraba en torno a un gran árbol que preceptivamente ocupaba el centro de nuestras Plazas Mayores y que se adornaba al efecto, con flores, el marzandrón.